Peelings: lo que siempre quisiste saber

Recuperar el brillo, eliminar las manchas y disminuir las arrugas es posible con diferentes tratamientos rápidos e indoloros. Si bien el otoño, a partir de la segunda quincena de septiembre, y el invierno son épocas ideales para descamar la piel y renovarla completamente… ¡En primavera también podemos hacerlo! Lo importante es colocar protector facial factor de protección 50 para no mancharnos.

¿Qué es un peeling?
Es un procedimiento dermatológico que elimina capas externas de la piel y está indicado para mejorar la apariencia y textura de la misma. Básicamente, es una forma de exfoliación que usa sustancias o tecnología para renovar las capas dérmicas.

Los peelings permiten:

• Quitar las células dañadas y muertas.
• Eliminar la acumulación de pigmentos producida por la radiación solar.
• Propiciar la regeneración de los tejidos para dar como resultado una epidermis rejuvenecida.
• Reactivar el colágeno y favorecer la regeneración celular.

De esta forma se logra una piel más delgada: así se atenúa el grosor de las arrugas y se incrementan la elasticidad y el tono facial.

Los resultados son visibles: mejora definitivamente las arrugas finas alrededor de los ojos, las arrugas asociadas al daño solar, manchas y signos de envejecimiento de la piel, cicatrices, acné y las arrugas peri bucales. Los peelings se pueden realizar tanto en el rostro como en el cuerpo. Además de la cara, el escote y la espalda son unas de las zonas más requeridas por los pacientes.

La hidratación es fundamental. Dado que la piel post verano está muy gruesa y sin brillo, hay que realizar un “proceso de adelgazamiento” o reducción de la capa superficial (capa córnea) de la piel para hacer efectiva la hidratación. Esto se consigue por medio de los diferentes pulidos. También es importante la nutrición con cremas que realiza en casa cada paciente y la colocación de ampollas y sustancias específicas que puedan complementarse en consultorio a través de la mesoterapia.

Las cremas con vitamina A, C y E son muy importantes ya que aportan antioxidantes que reparan el daño solar. También es fundamental utilizar aguas termales, sobre todo en Buenos Aires, que es una ciudad muy cálida y húmeda y la utilización de cremas puede ser más incómoda. El agua termal contiene muchísimos minerales y sustancias (sodio, potasio y magnesio) que ayudan a retener líquidos y nutren los mecanismos celulares de la piel.

En T-Aestetik optamos por ofrecer soluciones a medida para cada paciente.
Puedes pedir cita, o preguntar sobre nuestros tratamientos en el 968 943 154.

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