La Medicina Estética de hoy día

Comienza la primavera y nosotros como las plantas deberíamos florecer y mostrar nuestro lado más hermoso, pero mirando a mí alrededor y a los personajes famosos de televisión me he quedado asombrado con el cambio estético de varias personas que hacía tiempo que no veía:

• labios excesivos, 
• pómulos exagerados, 
• una especie de caricatura despersonalizada de sus rasgos de antaño. 

Y claro, dedicándome a ello, no dejo de ver como un despropósito el hecho de desnaturalizar la cara del paciente abusando de los magníficos medios que tenemos hoy en día para mejorarla.

Mi objetivo, con esta reflexión, es contarles que las modernas técnicas nos pueden ayudar a mejorar nuestro aspecto sin necesidad de un quirófano (si bien hay situaciones en las que la cirugía es la única y satisfactoria elección), pero… no debemos abusar de ellas. 

Los médicos deberíamos decir muchas veces que no. 

La clave, pienso, es seguir el principio de menos es más.

Pero seguro que ustedes también tienen algún ejemplo, alguien al que tras muchos retoques estéticos no les gustaría parecerse y piensan, que si mejorar es eso, mejor quedémonos como estamos. 

Por tal razón he querido detenerme en ciertas frases que aunque resultan cliché son realidades cotidianas:

• Ser guapo es ser real, no perfecto.
• Mala dieta, tabaco y sol son los enemigos de la piel.
• Un tratamiento estético nunca debe tener como objetivo parecerse a otra persona.
• Los tratamientos personalizados deben ser nuestra primera opción, nunca los tratamientos de moda.
• La búsqueda constante de juventud es una fuente de frustración.
• Acude siempre a un profesional acreditado.
• Recuerda que en belleza menos es más.
• El médico debe decir "no" a las demandas poco realistas del paciente. 
• Elige siempre tratamientos estéticos reversibles.
• Lo más importante no es quitar arrugas a la vida, sino poner vida a las arrugas. 

La búsqueda constante de la belleza y la perfección puede ser la vía hacía la frustración. Por lo tanto médicos y pacientes tenemos que tener sentido estético y perseguir resultados naturales. 

Hoy, la nueva era demanda retoques discretos y envejecer con elegancia, consiguiendo convertir la medicina estética en una ciencia y un arte. En medicina estética debemos popularizar la frase de que "menos es más”. Y no olvidar que no se trata tanto de quitar pigmentos y arrugas a nuestro cuerpo, sino de "poner vida y color a nuestra existencia".

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